Ética 2.0

Hoy rechacé un trabajo bastante prometedor. Hice esto porque no comulgo políticamente con la institución que lo encargaba. Cuando conversaba con la persona que me ofrecía el trabajo me decía: “no entiendes nada de política 2.0 “, “yo feliz haría un trabajo para X (que es del otro lado), si me lo piden “, etc. El supuesto detrás de esta afirmación es que el trabajo profesional puede abstraerse de las connotaciones e implicancias políticas. También, que en la así llamada “política 2.0” da lo mismo la filiación política, porque, en realidad, ya no hay ideologías. ¿Será cierto eso? ¿Estaré obsoleto en mi pensamiento? ¿Será intrínsecamente neutral el trabajo profesional? Bueno, como en todo, depende del trabajo. Mi mujer, que es médico, no pasa por esas vicisitudes; ella salva vidas, y tiene que hacerlo aunque se trate de un pato malo que viene tajeado de la cárcel y se a violado a qué se yo cuanto(as). El juramento hipocrático resuelve esas dudas filosóficas en favor de la agilidad requerida por los servicios de urgencia. Pero el diseño todo es distinto: aquí no hay nada neutral. Y sobre todo, si se trata de un proyecto para construir visualizaciones a partir de datos estadísticos. ¿Por qué? Porque el diseño construye argumentos y las visualizaciones son herramientas de persuasión política. La narrativa de la visualización corresponde a una lectura dirigida y modelada desde el diseño; el diseño dice qué ver y cómo interpretar los datos. Esconde su carácter político en la aparente neutralidad de los “datos duros” y los moldea para conmover, para resaltar, para denunciar, provocar e, incluso, para hacer aparecer soluciones a los problemas descritos. La visualización y la infografía son artificios (de arte y oficio), por lo tanto, es muy difícil hacerlos desde una desapasionada neutralidad; son demasiado poderosas para desperdiciarlas de esa manera. Lamento no haber podido trabajar en un proyecto de este tipo, pero insisto: había un problema ético y de filiación del cual no me podía hacer cargo. Lamento que haya venido amarrado a una agenda política con la cual no comulgo. ¿Cree Ud. que debería haber tomado el trabajo? ¿Cree Ud. que el diseño profesional es apolítico? o, por el contrario, ¿el que conoce las implicancias políticas del diseño es más profesional? ¿Ser 2.0 es no preocuparse de esto?